Situada al final de la extensa Platja Gran de Platja d’Aro, justo al norte de donde se encuentra, en plena playa, el famoso monolito del Cavall Bernat, la Cala Rovira ofrece al visitante un rincón paisajístico más espectacular que el de la playa anterior.

Cala Rovira, en Playa de Aro, Girona, Costa Brava

Por ello, y dada su cercanía al núcleo urbano, Cala Rovira es una playa muy familiar, formada por una arena dorada y gruesa, y con una longitud de 237 metros por una anchura de hasta 43 metros.

El gran atractivo de Cala Rovira, sobre todo frente a la larga playa que se encuentra al sur, es que se encuentra protegida de salientes rocosos tanto por el sur (los que forman la Punta d’en Ramis), como al norte, donde se encuentra la Punta de Cala Rovira y a la cual siguen otra serie de interesantísimas calas como Sa Cova, Cala del Pi, Cala dels Canyers o la Cala Belladona. Esta característica ofrece interesantes opciones de paseo por los alrededores de la cala que muchos bañistas aprovechan.

Al sur de la Cala Rovira, donde comienza la Platja Gran de Platja d'Aro, el monolito Cavall Bernat, en plena playa, saluda al visitante

Si nos fijamos bien una riera llega hasta la playa, en el margen derecho de la cala, mirando al mar: es la Riera de Treumal, que prácticamente siempre la encontraremos sin caudal.

Con todas estas características es de esperar que la cala tuviese bastantes servicios, y efectivamente es así. Cuenta con un puesto de salvamento de la Cruz Roja, tres duchas, lavapiés, alquiler de hamacas, alquiler de patines acuáticos, chiringuito e incluso un área infantil.

Durante el verano la Playa Rovira, con su chiringuito y servicios, se llena de visitantes y es muy animada

Así pues, Cala Rovira es una playa muy animada y frecuentada, de características paisajísticas mucho más atractivas que la Platja Gran, que no pasan desapercibidas a los visitantes, sobre todo en pleno verano.

No serà fácil para el visitante olvidar la belleza paisajística de Cala Rovira, Platja d'Aro

Por cierto, esta playa también es conocida tradicionalmente como la Playa dels Escalencs, ya que en décadas pasadas se instalaba, al llegar el buen tiempo, una colonia de pescadores de la localidad de l’Escala, en la Costa Brava norte, que dejaban aquí al resguardo de las olas sus barcas y podían transportar más fácilmente sus capturas en carro al mercado de Sant Feliu de Guíxols, la localidad situada un poco más al sur, que por aquel entonces era el más importante de la zona.

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