Una de las joyas románicas por excelencia de la ciudad de Girona es su monasterio de origen benedictino: Sant Pere de Galligants. De excepcional figura, situado además en un precioso entorno ajardinado junto a la iglesia de San Nicolás, acoge además la sede del Museo de Arqueología de Catalunya.
Sabemos de la existencia de esta iglesia por lo menos desde el siglo X. El carácter arcaico de su pórtico bien pudiera ser un rastro del edificio en aquella época. Sin embargo, tal y como la conocemos hoy en día, tiene su origen en 1130, cuando el conde Ramon Berenguer el Gran realizó un importante donativo que permitió sufragar las obras.
Fue entonces cuando se estableció la comunidad benedictina que nunca fue especialmente grande, normalmente un abad, seis monjes y seis clérigos. Como parroquia del barrio de Sant Pere, donde se encuentra situada, tenía las funciones de llevar a cabo los bautismos.
El edificio posee tres naves con crucero y cuatro ábsides. Sobre el pórtico hay un rosetón de 3’5 metros de diámetro y en el interior del templo se observan una serie de columnas rematadas con bellos capiteles decorados con motivos vegetales, algunos de los cuales pudieran pertenecer al taller del gran Maestro de Cabestany. El campanar tiene forma octogonal y es de dos pisos.
Sin lugar a dudas el claustro es uno de las partes más bonitas de todo el monasterio. De pequeñas dimensiones, es una buena muestra del románico catalán y un lugar que transmite una gran calma. Sus capiteles representan escenas de la vida de Jesús o bien figuras iconográficas clásicas de la época medieval como sirenas y leones.
Desde 1857 acoge la sede gerundense del Museo Arqueológico de Catalunya, un lugar donde se encuentran expuestos interesantes obras de yacimientos descubiertos en la provincia y que abarcan desde la prehistoria hasta la Edad Media.
- Monastère Sant Pere de Galligants(VERSION FRANÇAISE)