La toponimia de nuestra Costa Brava es un libro abierto de historia sobre las costumbres y usos sociales de los siglos pasados. Sus habitantes también disfrutaron de estas calas, aunque el pudor hacía que a menudo estuviesen segregadas por género e incluso por estamento social.
La Cala del Racó de les Dones (Cala del Rincón de las Mujeres), y las dos calas sucesivas hacia el sur, la Cala del Racó dels Homes (Cala del Rincón de los Hombres) y la Cala dels Capellans (Cala de los Capellanes), son la prueba geográfica más palpable de esa época en la que los baños eran una forma de contacto visual que había que controlar.
Por eso, bajo aquella estricta moral cristiana, las mujeres, los hombres y, por último, los religiosos, tenían destinados su particular rincón en el cual desprenderse de su ropa exterior sin ser vistos por otros ojos ajenos a su sexo o estamento.
El camino de ronda que une Calonge (a la altura de Torre Valentina) y Platja d’Aro comienza con estas tres calitas. A nuestro entender la más interesante es la Cala del Racó de les Dones, que tiene la virtud de, siendo continuación de la Playa Valentina, no ser fácilmente visible desde esta última. Sin lugar a dudas fue escogida para su cometido con mucho ojo. Es bastante pequeña, aunque la poca superficie de arena que posee es de tipo fino, agradable al tacto de los pies.
Visualmente sorprende su búnker, construido en el contexto de la Guerra Civil Española. El objetivo claro era evitar el desembarco de tropas enemigas en la bahía. Sobre la cala, gracias al camino de ronda, se accede a un mirador sobre la bahía de Palamós con un banco sobre el que podremos sentarnos. Si proseguimos el camino de ronda veremos que las dos siguiente calas son la dels Homes y la dels Capellans (también muy pequeñas), de arena gruesa, y a las cuales tendremos que acceder en un descenso. Por ello la Cala del Racó de les Dones es la más accesible de las tres.
- Cala del Racó de les Dones(VERSION FRANÇAISE)