Cala S’Agüia, en Blanes, es un espectáculo para la vista. Poco conocida por los visitantes de este precioso pueblo conocido como “Puerta de la Costa Brava”, por ser el primero de esta zona por el sur, es una calita muy adecuada para la fotografía artística y el buceo en superficie.
Los amantes de los paseos hacia la costa también disfrutarán de este descubrimiento. Cala S’Agüia se encuentra junto al Jardín Botánico Piña de Rosa, un interesante vergel especializado en especies tropicales, y de hecho es desde su parking donde comienza el camino peatonal que tras 700 metros atravesando una zona muy boscosa, los bosques de Sant Francesc, nos lleva hasta un paisaje para enmarcar.
Cala S’Agüia se encuentra sobre una pequeña bahía orientada hacia el sur con una costa tremendamente irregular, la más típica de la Costa Brava que os podáis imaginar. Su orientación y situación geográfica hace que sea un cala bastante bien protegida, en la que apetece practicar snorkel sin excesivo oleaje.
El suelo de la cala no tiene arena y está formado exclusivamente de guijarros e incluso formaciones rocosas de grandes dimensiones que deben pesar más de una tonelada: un prodigio geológico que debe extenderse durante miles de años. Agüia signifca “Aguja” y el nombre le viene de la punta rocosa que la protege al norte. A ambos lados de la cala surgen islotes de gran atractivo visual.
La cala tiene unos 70 metros de longitud y unos 10 de anchura y aunque no es lugar adecuado para extender la toalla, es uno de esos rincones de la Costa Brava muy poco frecuentados, y que ofrece un paisaje bucólico perfecto para los fotógrafos de largas exposiciones.
- Cala S’Agüia(VERSION FRANÇAISE)