Quien no haya visitado la parte de la Costa Brava que se extiende desde el norte del Cap de Creus hasta Francia se ha perdido una de las partes más fascinantes de esta costa. Y es que no toda la Costa Brava es igual. En esta zona se encuentra el fragmento de litoral menos urbanizado y a la vez más idílico, más bucólico, con un paisaje más agreste que el resto.

Cala Rovellada, en Colera, Costa Brava
Cala Rovellada es una playa de guijarros, situada en la localidad de Colera, con un paisaje excepcional. Para llegar a ella podemos aprovechar una visita a la Playa d’en Goixa, junto al centro del pueblo, más extensa y quizás más cómoda para el baño, y caminar durante 10 minutos hacia el norte: es la siguiente y no tiene pérdida. También es posible llegar en vehículo porque, a pesar de su aspecto tan salvaje es un cala urbanizada y ocupada por un vecindario especialmente orgulloso de este lugar y muy combativo contra cualquier intento de ampliar el desarrollo urbanístico de este precioso rincón.

La Cala Rovellada es una playa de guijarros con unas vistas excepcionales al norte del Cabo de Creus
Rovellada en catalán significa “oxidada”. La cala, resguardada del viento de la Tramuntana y situada en una bahía entre las puntas del Pi (al sur) i la de l’Escala, al norte (por cierto especialmente apreciadas por los amantes del submarinismo), toma este nombre de una antigua fuente situada en su parte sur, hoy prácticamente inexistente, y menos en verano (aunque continúa señalada en algunos mapas). El agua que manaba de esta fuente era rica en hierro, por lo que tenía ese típico sabor picante de las aguas ferruginosas. Seguro que el color rojizo de algunas rocas del entorno también es fruto de ese poso de óxido que con el paso de los siglos se ha ido acumulando sobre ellas.

La geologia de la Cala Rovellada es realmente sorprendente y es efecto de la erosión causada por el viento de la tramuntana
Tal y como se aprecia en las fotografías en su parte norte posee un precioso mirador en altura desde donde se divisa perfectamente la parte norte del cabo de Creus, un paisaje ciertamente precioso y natural.

La Cala Rovellada se encuentra protegida del viento de Tramuntana. Sobre el mirador, los días de fuerte tramuntana, vemos claramente cómo las gotas de agua flotan sobre la superficie
Cala Rovellada es pequeña, de 40 metros de largo por 10 de ancho y el único servicio de que dispone son las duchas. Es una playa poco concurrida, incluso en verano, de esos rincones poco conocidos ni siquiera por lo que se vanaglorian de conocer toda la Costa Brava. Y a mi entender es, sobre todo, un refugio.

Las condiciones meteorológicas de estas partes de la Costa Brava, sobre todo de humedad, provocan que, a veces, la niebla se instale en el límite entre las rocas y la superficie del mar
Cala Rovellada(VERSION FRANÇAISE)
Felicidades por el artículo.
Si me lo permites y con todo el cariño,te haría dos observaciones, la primera es que aunque pueda parecerlo la Cala no esta resguardada de la Tramontana y la segunda es que la foto no refleja los guijarros GRISES de la CALA, supongo que es un problema de luz o de revelado.
Un saludo.
Emili