Situado entre las playas de Fenals y la de Lloret, en lo alto de la montaña de unos 60 metros de altura sobre la Punta de Fenals, el Castillo de Sant Joan tiene un pasado casi tan antiguo como el de la propia villa de Lloret de Mar, dado que su orígenes se remontan al siglo XI.
Cualquier torre de vigía (ojo, histórica, que alguna réplica hay por ahí, por cierto bien bonita) que veamos junto al mar en la Costa Brava tuvo en sus inicios un origen defensivo contra los ataques por mar. Y ese es precisamente el caso que nos ocupa con el Castillo de Sant Joan. Documentado por primera vez en el año 1041, hemos de tener en cuenta que lo que vemos actualmente es sólo la torre restaurada de lo que antaño fue un castillo con murallas, torres y hasta capilla, consagrada a San Juan en 1079 por Sicardis, la señora del castillo y del término de Lloret.
El Castillo de San Juan se puede visitar durante todo el año en diferentes horarios y el precio de su entrada es reducido. Al entrar veremos que la antigua fortificación era de planta triangular. También encontramos, al norte y al este, dos alas de habitaciones adosadas a la parte interna de la muralla y abiertas a un patio, donde vemos la cisterna, perfectamente conservada.
Finalmente, al oeste, en un pequeño promontorio, se encuentra la Torre del Homenaje, reconstruida hace unos años siguiendo fotografías antiguas y desde la que se divisa la totalidad del término de Lloret. El visitante podrá subir hasta la cima de la torre y contemplar sus maravillosas vistas, lo mejor de la visita.
Y es que el Castillo de Sant Joan ha sufrido a lo largo de su existencia las diversas vicisitudes que este tipo de construcciones de defensa suelen tener por su situación estratégica. Dañado por el ataque de la flota genovesa en 1356, afectado por un periodo de actividad sísmica durante los años 1427-1428, el golpe más duro lo recibió en 1805, en el marco de la guerra que enfrento a Inglaterra con Francia y España, cuando diversos cañonazos ingleses destruyeron parte de la torre y la muralla.
Tras la declaración del Castillo de Sant Joan como Bien de Interés Cultural en 1949, ha tenido garantizada su supervivencia frente a la depredación urbanística y, tras un meritorio y laborioso trabajo de restauración llevado a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, hoy se muestra debidamente señalizado y arreglado para que los visitantes puedan conocer este enclave tan importante en la historia de Lloret de Mar.
- Castell Sant Joan(VERSIÓ EN CATALÀ)
- Château de Sant Joan, à Lloret de Mar(VERSION FRANÇAISE)
Encontramos este Castillo por casualidad, mientras nos dirigíamos a Cala Banys. Ni sabíamos que existía, ya que no es visible desde la playa o el centro de la localidad.
Decidimos entrar porque la entrada era bastante asequible y la historia del castillo bastante curiosa y la verdad es que nos gustó, por lo curioso del lugar y especialmente la torre de defensa y las grandes vistas que ofrece de las playas que rodean a Lloret de Mar. El camino a pie entre el castillo de Sant Joan y la Cala Banys es muy bonito, se puede pasar junto a acantilados espectaculares. Es un entorno precioso.