La comarca del Ampurdán es la principal zona de Catalunya con monumentos megalíticos. Situados habitualmente en lo alto de un promontorio, con buenas vistas, estos testimonios fúnebres milenarios se conservan aún prácticamente intactos y son un resto de un pasado anterior incluso a la romanización. Hoy visitamos el famoso de todos, la Cova d’en Daina, en plena Costa Brava, en la localidad de Romanyà de la Selva, en el macizo de las Gavarres.
Llegar hasta Romanyà de la Selva es sencillo, desde la carretera que une Llagostera con Santa Crisitina d’Aro, simplemente tenemos que tomar el desvío a la izquierda que indica la localidad de Romanyà. El monumento se encuentra a unos 650 metros del centro del pueblo, en cuyo cementerio, por cierto, se encuentra enterrada una de las escritoras de literatura catalana más universales, Mercè Rodoreda, autora de la famosa novela La Plaza del Diamante.
El recinto megalítico se encuentra protegido por un crómlech, una serie de piedras de granito dispuestas en forma de anillo de 11 metros de diámetro que rodean el monumento. El dolmen en sí tiene 7.60 metros de largo por 1.70 de ancho. Su altura es de 1,50 mts. Su fecha de construcción oscila entre el 2.700 y el 2.200 a.C.
Ya durante el siglo XIX el antiguo propietario de los terrenos comenzó a investigar sobre su contenido, pero fue en 1957 cuando las excavaciones realizadas Cruañas revelaron huesos, dientes, unas 7 puntas de flechas realizadas con sílex, cuentas de collares, fragmentos de cuchillo y restos de cerámica.
El conjunto fue declarado en 1931 Monumento Nacional, y tanto por su aspecto como su localización su visita familiar es interesante y además permite descubrir una reliquia milenaria al alcance de todo el mundo.
- Cova d’en Daina(VERSIÓ EN CATALÀ)
- Cova d’en Daina(ENGLISH VERSION)
- La Cova d’en Daina, monument mégalithique à Romanya de la Selva(VERSION FRANÇAISE)
Me encanta este paraje, está muy bien descrito. Para acceder a esta localidad hay que subir en vehículo, y adentrarse en el bosque de las Gavarras, pulmón del sur de la Costa Brava.
Cerca del desvío que lleva al pueblo recuerdo una fuente muy curiosa, por el agua ferruginosa (con sabor a hierro) que mana de ella, creo que es la Font Picant.