Cala Aiguablava, en Begur, se está revelando como uno de los pecios más importantes de toda la Costa Brava. Esto es así porque en su tiempo fue utilizada como puerto natural antes de doblar el Cabo de Begur, un accidente geográfico que cambia sustancialmente las condiciones de navegación de los barcos que lo franquean.
Si hace pocos días os hablamos de los restos arqueológicos en los terrenos del Parador de Aiguablava, hoy no nos movemos de este precioso lugar porque os hemos de hablar de una iniciativa del Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya para dar a conocer el legado que durante años han estado investigando pacientemente y de manera casi secreta bajo estas aguas.
Cala Aiguablava conserva al menos tres conjuntos de restos de carga de embarcaciones, que no propiamente las embarcaciones en sí, que han proporcionado una numerosa cantidad de objetos que nos permiten conocer la vida de los marineros por entonces: se trata de un pecio del siglo II aC denominado Aiguablava V con 87 ánforas italianas, otro del siglo I aC llamado Aiguablava I con otras 76 de vino procedentes del Tarraconense y finalmente uno del siglo II dC, muy interesante porque transportaba, entre otras ánforas de la Bética, unas conteniendo el denominado ‘aceite dulce’, un ingrediente muy habitual en la cocina romana de la época.
Con el fin de que los locales y los visitantes de Begur y sus alrededores puedan de alguna manera conocer estos yacimientos el Centro Subacuático ha tenido la genial idea de sustituir los originales (restaurados y guardados a buen recaudo para ser expuestos posteriormente en un museo) por copias que los bañistas podrán ver y tocar a poca profundidad, por lo que podrán acceder sin equipamiento de inmersión.
En total Cala Aiguablava alberga ya dos conjuntos diferenciados de ánforas, a 4 y 6 metros de profundidad, que representan la carga de dos barcos de la época romana. Las coordenadas exactas de estos conjuntos no han sido facilitadas públicamente con el objetivo de fomentar la búsqueda entre los bañistas, aunque es una buena idea obtener una orientación por parte de los socorristas de la playa, o bien en la Oficina de Turismo del pueblo. Sin lugar a dudas un atractivo cultural y familiar más que se añade a la belleza natural que de por sí tiene ya esta preciosa cala del Macizo de Begur.
- Épaves Cala Aiguablava, Begur(VERSION FRANÇAISE)