Situada en la bahía del mismo nombre, en Colera, la Playa de Garbet es una playa muy tranquila y familiar incluso en verano donde la superficie gris de su orilla destaca con el azul intenso del mar.

La Playa de Garbet, en Colera, Costa Brava

Colera es una pequeña e íntima localidad de la Costa Brava situada entre Portbou, al norte, y Llançà, al sur. Partiendo de esta última localidad es muy fácil llegar a la playa de Garbet mediante la N-260, que recorre la bahía y nos permite aparcar fácilmente. El tren que llega y viene de Francia también lo hace, y es visible desde la playa. De hecho existe una antigua estación detrás de la playa que actualmente no es operativa.

La Playa de Garbet, en Colera, se encuentra inserta en una gran bahía virgen y natural

Tras aparcar junto a la playa el visitante encontrará una playa amplia, de unos 400 metros de longitud por 30 metros de ancho y con duchas y papeleras. La superficie de es de arena y también de guijarros, y además dispone de un restaurante con una buena fama gastronómica. A pesar de tener tan buenos servicios y ser tan amplia y familiar incluso en temporada alta el Garbet ofrece espacio a los bañistas: no es una playa de alta ocupación.

La Playa del Garbet, por sus características geográficas, no es una playa de alta ocupación

El paisaje natural del Garbet es también interesante. A la derecha de la playa encontramos la roca altiva del Cavall Bernat, un promontorio rocoso que alcanza casi los 10 metros y cuyo topónimo ya hemos descubierto en otros lugares de la Costa Brava. Más allá, hacia el sur, se encuentra el Cabo Ras, una península bastante plana y de fácil acceso (aunque no directamente desde un camino de ronda que comience en Garbet, sino por un pequeño camino interior).

A la derecha de la Playa del Garbet se erige la mítica roca del Cavall Bernat

Por el lado norte de la playa Garbet sí que podemos acceder por la costa, a pie, bajo los acantilados que la flanquean, al Port Joan, un pequeño embarcador situado a penas a 300 metros y rodeado de una frondosa pineda y una brazo de tierra en su lado norte, que lo protege de los envites del viento. Se trata de un paseo muy bonito por el alto contraste paisajístico entre el rocoso y nudo entorno de la playa de Garbet y la pineda de Port Joan.

Las rocas que rodean la Playa de Garbet ofrecen una enorme belleza paisajística al visitante