El núcleo medieval de Cruïlles se encuentra a unos 4 kilómetros al oeste de la Bisbal de l’Empordà, en Sant Sadurní de l’Heura. Contiene algunas de las más preciosas joyas arquitectónicas medievales que se conservan en el Ampurdán, como la torre de defensa, la iglesia de Santa Eulàlia o la que visitamos hoy: el monasterio benedictino de Sant Miquel de Cruïlles.
Este precioso conjunto arquitectónico es original del siglo XI, aunque un edificio anterior fue consagrado en el año 904 sobre un antiguo asentamiento romano. A pesar de los estragos que el paso del tiempo y el pillaje han dejado en esta iglesia, tanto ella como el entorno de Cruïlles, Monells y Sant Sadurní de l’Heura, al pie de las montañas de las Gavarras, mantienen un encanto medieval de los más importantes en todo el Ampurdán.
Desde fuera vemos que la planta está compuesta de tres naves y dos absidiolas semicirculares, así como un cimborio. La decoración exterior es de tipo lombardo, con arcos ciegos. La torre románica presenta en su última planta ventanas de los siglos XVI, XVII, lo que nos indica que quizás jamás nunca fué terminada la original.
Del interior del monasterio se conservan diferentes obras que, por seguridad, se conservan en el Museo de Arte de Girona. Una de ellas es la talla de madera policromada de la Majestad de Cruïlles, quizás la más antiguas coronadas que se conservan en Catalunya, del siglo XII.
Otra de sus joyas es una viga, también policromada, del siglo XIII, que representa sobre el fondo de decoración vegetal una procesión de monjes saliendo del templo.
Pero es que además el interior de la iglesia contiene murales, muchos de ellos en un estado deteriorado, de origen medieval, como el que representa a estos tres personajes vestidos con túnica (lo que nos hace pensar que también son monjes), original del siglo XII, y situado en el transepto.
- Monastère Sant Miquel de Cruïlles(VERSION FRANÇAISE)