Tras haber leido con sumo placer el breve relato de Josep Pla “Pa i raïm” (“Pan y uva”), no he podido evitar trasladarme hasta Cadaqués y seguir los pasos del autor desde el centro del pueblo hasta la Cala Jonquet, situada en las afueras. La cala es el centro geográfico de la acción y rincón de contemplación del autor.

Cala Jonquet, Cadaqués, Girona, Costa Brava

Conozco las calas del Cabo de Creus desde hace unos cuantos años, y si alguien tuviese la amabilidad de preguntarme cuál es el rincón de este impresionante paraje que más me gusta diriía que el Jonquet (o es Jonquet para decirlo como la gente del pais) me tiene el corazón robado. Josep Pla.

Edición francesa del relato "Pa i Raïm". A la derecha, Josep Pla.

“Pa i raïm” es el nombre del personaje que fascina a Pla. El escritor es abordado por el primero para preguntarle sobre una misteriosa barca anclada en la cala. El relato es un magnífico retablo descriptivo de la cala, el pueblo y la idiosincrasia de los habitantes del Cabo de Creus (“fa?”), que Josep Pla distingue del resto del Ampurdán.

Comienzo mi recorrido a pie desde la, en la obra, plaza de les Herbes de Cadaqués (atención, hoy Frederic Rahola) y decido seguir la ruta de Pla, que en el relato en la obra se describe con prolijidad, hasta la cala. Paso junto al cementerio, frente a Portlligat (donde se encuentra la casa de Dalí), y donde desemboca la riera que Pla denomina de Bucs (resulta que en sus márgenes, aprovechando la maravillosa vegetación mediterráneo meridional se colgaban antiguamente paneles de abejas para obtener miel), el Turó del Morell, las calas s’Alqueria Gran y s’Alqueria Petita, hasta la propia cala de Es Jonquet. Se trata de un paseo que se puede realizar en menos de 45 minutos.

La salida a Es Jonquet desde Cadaqués se puede hacer de una manera familiar, dado que la excursión es apta para niños

Cala es Jonquet es como un cuadro, con razón la amaba tanto Josep Pla. No es un lugar que invite directamente al baño (aunque sus aguas son limpias y cristalinas, como todas las que rodean al cabo de Creus), sino a sumergirse también en su entorno, repleto de vegetación mediterránea entre la que destacamos una importante plantación de olivos, acacias (cactus) y restos de viñas. Antiguamente la viña dominaba aún más el paisaje de esta zona, pero la plaga de la filoxera en el siglo XIX mató a muchos ejemplares de esta especies y su espacio fué ocupado en buen parte por la plantación de olivos.

El trayecto hacia el Jonquet transcurre en buena parte por senderos rodeados de vegetación típicamente mediterránea, donde destacan los olivos

Cala Jonquet está muy cerrada y constituye un refugio natural de los vientos marítimos, tanto la tramuntana como el mestral. Quizá por ello fué un puerto natural para contrabandistas, como el propio Pa i Raïm. Si seguimos hacia el norte llegaremos a la Cala Guillola, la Cala Jugadora y el faro del Cap de Creus. Frente a la cala, en su parte meridional, encontramos una pequeña isla denominada en la antigua toponimia Talladofins (literalmente, “corta delfines”) y hoy en día reseñada a menudo simplemente en los mapas como Isla de es Jonquet…

Es posible bañarse en la cala de es Jonquet, sobre todo si llegamos cansados del trayecto

Tras recorrer la cala y contemplarla desde múltiples puntos de su orilla, me siento un largo rato frente a ella y contemplo el paisaje totalmente natural que la rodea, el mismo que Pla vió y que tanto le gustaba. Ciertamente es relajante y el silencio absoluto… finalmente vuelvo al centro donde, mientras degusto un delicioso café cremoso en el Bar Marítimo, releo los fragmentos que más me han emocionado del relato.