En pleno Parque Natural del Montgrí, en uno de los entornos más naturales de toda la Costa Brava, se encuentra una cala virgen junto a la cual se alza una atractiva isla a la cual se puede llegar a nado y que embellece aún más si cabe su de por sí elevado atractivo paisajístico: la Cala Pedrosa, en l’Estartit.
El macizo del Montgrí es un fragmento de corteza terrestre que, durante la formación de los Pirineos, hace unos 40 millones de años, se desprendió de su núcleo para deslizarse unos 30 kilómetros hacia el sur. El resultado es un sistema de montañas situado entre la planície ampurdanesa y el mar.
En su lado de levante, frente al oceáno, el Montgrí forma impresionantes acantilados de roca calcárea, de los más importantes en la Costa Brava junto a los del macizo de Begur y el cabo de Creus.
Para llegar a Cala Pedrosa, un remanso de paz en pleno parque natural, tendremos que llegar a pie desde el sendero local señalizado que comienza en el Camping Estartit, en la propia centro de l’Estartit (si se viaja en vehículo es posible avanzar aún más porque parte del camino se encuentra asfaltado). El camino de ida es de descenso y ni que decir tiene que la ruta en sí, que puede efectuarse entre 30 y 45 minutos, supone ya toda una experiencia que nos permite recorrer este parque natural lleno de pinos y de una vegetación adaptada a un medio rocoso y castigado por el fuerte viento de la Tramuntana.
Llegados a la Cala Pedrosa observamos su peculiar fisonomía. Su nombre proviene del lecho de piedras de cantos rodados que conforman toda su superficie. El agua es totalmente transparente, y la impregnación de algunas algas en el fondo rocoso le da en muchos momentos una tonalidad verdosa.
Frente a la cala se alza la Isla de la Pedrosa, a la cual se puede acceder a nado perfectamente, distando a unos 100 metros. Desde esa isla, que tiene una altitud máxima de 30 metros, al norte, tras el inmediato Golfo de la Morisca, divisamos uno de los accidentes geográficos más sobresalientes de la Costa Brava: la Roca Foradada, un túnel natural navegable en plena roca que se encuentra en el Cap Castell.
Tras disfrutar de lo poco frecuentada Cala Pedrosa podremos volver a l’Estartit o bien continuar por el sendero local en fuerte subida hasta Cala Ferriol, pudiendo disfrutar de una vistas más cercanas de la Roca Foradada, y de otros impresionantes acantalidos sobre el mar, como el Salt del Pastor.
Para esta excursión se recomienda llevar calzado de montaña, dado que el terreno suele ser pedregoso, tal y como podemos ver en las fotografías.
- Cala Pedrosa(VERSIÓ EN CATALÀ)
- Cala Pedrosa, à l’Estartit(VERSION FRANÇAISE)
Esta es una cala muy bonita que hay que verla, ya que es el ejemplo de cala rocosa y virgen típica de la Costa Brava. Además no está tan lejos del centro de l’Estartit, así que caminando un poco se alcanza en 45 minutos.
Es un paraje muy hermoso, que se conserva igual que siempre, porque no hay construcciones de ningún tipo, solo las rocas, el mar y la vegetación que rodea la cala, que se encuentra dentro del Espacio Natural del Montgrí, zona protegida de cualquier edificación.
Esta cala es muy virgen y especial, ya que está lejos de cualquier construcción humana. Para llegar tuvimos que andar una media hora, y eso que dejamos el coche en un lugar más avanzado del camping, que es el sitio donde algunos empiezan la ruta.
Para los niños de 10 años no es nada complicado, solo recordar que hay que llevar calzado deportivo, es muy importante.