El cabo de Creus ofrece una serie de calas poco conocidas, aunque vírgenes, y de una extraordinaria belleza. Desde el centro de la localidad de el Port de la Selva se puede llegar a la Cala Fornells, pequeña cala inserta en una profunda bahía.

Cala Fornells, el Port de la Selva, Girona, Costa Brava

Podemos comenzar nuestra ruta, que se desarrolla por el camino de ronda al sur del Port de la Selva, hacia la Cala Tamariua, que tuvimos la ocasión de visitar en una anterior ocasión.

Camino de ronda entre Cala Tamariua, cerca del centro del Port de la Selva, y Cala Fornells, Cabo de Creus

Seguimos avanzamos por el camino de ronda hacia el sur y, desde la parte superior, ya vemos otra cala que encontraremos durante el camino, la Cala Cativa, en la cual un pequeño riachuelo deja sus aguas sobre todo si es en época de lluvias.

El Cap Mitjà es un cabo que se alza espectacular entre las calas Cala Cativa y Cala Fornells, en el Port de la Selva, Cap de Creus, Costa Brava

Continuamos nuestro recorrido superando el Cap Mitjà, el cabo que separa Cala Cativa de Cala Fornells, y que contribuye a la formación de la pronunciada bahía en la que se encuentra esta última. Los pequeños islotes que encontraremos en el extremo del cabo reciben curiosamente el nombre de la Meda, como las espectaculares islas que se encuentran frente a l’Estartit.

Seguimos rodeando el cabo hacia el sur, en una zona de pendiente no excesivamente pronunciada. Nos sorprende el número de paredes de piedra que a lo largo de los siglos se han ido elaborando para cultivar la viña. Son preciosos recuerdos, yo diría que “megalíticos”, por ser de piedra, de la respetuosa presencia humana en este paisaje hoy tan tranquilo.

Antiguos muros de piedras, construidos para plantar viñas, son visibles desde el camino de ronda que nos lleva a Cala Fornells, en el Port de la Selva, Cap de Creus, Costa Brava

Finalmente llegamos a nuestro destino. Cala Fornells es una calita pequeña, de unos 15 metros, fundamentalmente compuesta de guijarros, aunque con algunas pequeñas zonas de arena. Rodeadas de rocas, excepto por la parte que da a la bahía, rocas que pueden llegar a proyectar su sombra sobre la arena según la posición del sol, puede llegar a ofrecer una ligera sensación de estrechez, superada por el bucolismo del paisaje y la calma que emana.