Cala Galera se encuentra en la parte del Parque Natural del Cabo de Creus conocida como la Mar d’Amunt (Mar de Arriba), un paisaje precioso con una costa muy accidentada que a lo largo de los siglos ha visto naufragar muchos barcos.

Desde las rocas que rodean a la Cala Galera, en el Port de la Selva, podemos ver las aguas cristalinas que rodean a este precioso enclave natural virgen en pleno Cabo de Creus, Costa Brava

Para llegar a Cala Galera y disfrutar de su precioso paisaje y de la riqueza submarina que ofrece sus rocas tendremos que ir a pie en bicicleta desde el centro del Port de la Selva, en un magnífica recorrido de unas 6 kms de distancia en la misma dirección en que se encuentra Cala Tavallera, que se encuentra a sólo 1 km más al sur.

Junto a Cala Galera, a sólo 200 mts., encontramos el islote del mismo nombre, donde se produjo el hundimiento de un barco holandés en el siglo XVII

Cala Galera tiene sólo una longitud de unos 15 metros, con una superficie de grava de color oscuro. Se encuentra en una preciosa bahía, aunque la orilla se encuentra orientada al nordeste, en la misma dirección donde se encuentra la Isla de la Galera, a unos 700 metros, así que podría no ser tan buen refugio antes los vientos fuertes de la Tramuntana, del norte. De la orilla parten unas escaleras esculpidas en la piedra que nos conducen a una casita de pescadores sobre la montaña, a pocas decenas de metros.

Cala Galera es una calita natural, pequeña y aislada que se encuentra al norte del centro urbano del Port de la Selva, entre 3 y 4 kilómetros, y sobre la que, en uno de sus lados, unas escaleritas remontan hacia lo alto del acantilado que la rodea

Además de esa isla, a la derecha, y separándola de la Cala Talabre, se encuentra la Isla del Marqués, que por cierto ofrece tanto en su cara norte como en la sur una de las mejores reservas de coral de todo el Parque Natural.

Subimos las escaleras desde la Cala Galera con suma curiosidad y encontramos esta casa, en bastante buen estado. Picamos a la puerta pero nadie nos contesta... quién vivirá aquí, tan alejado del centro urbano y sin comunicación por transporte rodado?

Sabemos que el Islote de la Galera, anteriormente denominado Balandrau, recibió este nombre a partir de 1654, cuando un barco holandés lleno de monedas, el Pelikan, naufragó junto a ella. Con el objetivo de restacar el máximo número de monedas de este valioso pecio, las autoridades españolas idearon una ingeniosa campana metálica de inmersión con la que los submarinistas, pobremente equipados en aquella época, pudieron sumergirse de manera temeraria varias decenas de metros y obtener alguna recompensa.